21/9/09

El cielo se abre como una mujer lubrica


La lluvia me provoca cosas perversas. Me hace imaginar a una mujer abierta y lubricada, me hace sentir que cada gota de lluvia que cae es en realidad esa jugosa miel que cae entre los muslos de una pervertida mujer sedienta de más.

Con la lluvia me bajan los deseos de detener a la primera transeúnte que vea, abrir sus piernas y saborear sus labios a ver si sabe igual que la lluvia, a ver si refresca y calma el alma igual que la lluvia.

Me encanta la lluvia.