Es increible la cantidad de desprecio que existe...quizás con un la dosis justa de locura esto pierda al fin su sentido y pueda vivir sin preocupación. Aún así, en un acto de paganismo barato, cada día pido a algo, a quien sea en realidad, por una parálisis cerebral, para no preocuparme más por las palabras sin sentido que me rodean.
Quizás debería estar tranquilo mientras me dinamitan, pero no puedo para de preguntarme el por qué. Como también no me detengo, y sigo imaginando sus piernas abiertas.
Esto es lo único que me queda, mi lujuria descontrolada, mi deseo desenfrenado, y mi amor desmesurado hacía las mujeres.
Pero....en fin, quisiera conocer el fin....lo quisiera abrazar por un instante aunque sea....
Los e visto y escuchado....sus palabras destrozan las alas del más sencillo de los pájaros...
