Por un momento sientes el cielo alcanzar, puedes respirar y tocar las nubes.

Por un momento sonríes de forma innata y verdadera, sin mascaras, sin problemas, sonríes porque quieres, porque eres feliz de corazón.

Olvidas lo más importante...siempre lo olvidas, los sueños no se viven... se idealizan y se observan.

No hay redentor ni, mucho menos, salvación. Esto es un circulo enfermizo de decadencia progresiva...en si, no me quejo de lo decadente que podemos llegar a ser, lo puedo hasta disfrutar y regocijarme de lo mismo; lo que se te atora en la garganta es el odio a las mentiras de salvación que te vendieron cuando niño, te amarga la vida pensar que creaste esquemas basándote en esas mentiras.

Los sueños se arruinan cuando la confianza no existe, el amor se pudre sin confianza, se olvidan los lazos, ¿Y no es ese el problema? El problema, es que es justamente eso el amor...ser capas de entregar el puñal a alguien, despejarte de tu armadura y abrazarlo, teniendo la confianza de que no te va a herir de muerte; pero te apuñala de muerte por la espalda.

Por las noches hueles las luces que brillan en las ventanas, teniendo un extraño hálito de esperanza, un suspiro que se desvanece rápidamente; no es más que una impresión de que todo puede cambiar, pero no es así.

En esta vida apuesta a perder, pues siempre perderás, terminaras siendo devorado y procesado, no hay una salvación, nadie se escapa de ese destino. Todos, sin excepción serán consumidos de la misma manera, lo único que nos diferencia es que alguno comprenden antes que los demás que no hay una salvación verdadera.

Reflejos en el espejo....una luz pálida que no ilumina tu alicaída mente y tu retorcido ingenio.

Veamos ¿Aun vales la pena como humano? Sólo sé que no deseo seguir por este sendero, me quiero desviar hacia la luz que brilla en mi espalda, hacia aquella bifurcación.

En sus caras ausentes de brillo, ves en sus ojos titilar algo extraño, la falta de voluntad y deseo es una enfermedad persistente.

Una gran espiral generada por la voluntad, una gran espiral consumiendo el tiempo y el espacio. Los antiguos griegos tienen razón, el mundo posee una beta ilógica que explota en nuestras mente, al igual que los budistas plantean la irrealidad; la sombra constructiva huye despavorida.

No hay palabras que ayuden, no hay mayor acción de amor que un abrazo reconfortante para olvidar......olvidar los rostros que persisten de manera irracional. El aroma, el rostro, la sonrisa, la vitalidad y las palabras que siguen en este gran río que debes cruzar o morir en el intento....

Si no juegas nunca podras ganar, si no juegas siempre perderas.

Mi voto hacía la eternidad de la espiral.